El agua de la ciudad, que bebemos normalmente, contiene óxidos, desechos, metales pesados, tóxicos, químicos orgánicos volátiles, THM o trihalometanos (un químico tóxico que se crea con el cloro utilizado para desinfectar el agua para que sea “segura para beber”, éste reacciona con la materia orgánica que se encuentra en el agua. Los THM son cancerígenos conocidos) y petroquímicos (MTBEs).
También, el uso continuo de pesticidas, fertilizantes, residuos y petroquímicos (MTBEs) durante más de 50 años han infiltrado el suelo y contaminado el agua.